Vanesa Sanz:
El pasado 7 de febrero asistí nuevamente a una clase de Laura con su grupo de 2ºESO. Ya había visto alguna sesión con este grupo, por lo que sabía lo que me iba a encontrar.
Como comenté en un post anteriormente, su compañera Cristina tenía un grupo de 2º muy complicado; pues en el caso de Laura y este grupo es todo lo contrario. El número de alumnos es el mismo y también hay algunas alumnas con adaptación, pero el ambiente de trabajo dentro del aula es la otra cara de la moneda, en el buen sentido. De hecho, Laura me ha comentado que es uno de los mejores grupos que tiene. Son alumnos muy participativos e interesados en la asignatura.
La sesión empezó con su rutina de fecha y saludos (Laura siempre manda a alguien salir a la pizarra a poner la fecha, y me parece muy adecuado ya que es un problema que suelen arrastrar año tras año, y así se fuerzan a repasarlo a diario). A continuación, pasaron a corregir rápidamente los deberes que tenían que hacer del workbook.
En todo momento Laura se dirigió a los alumnos en inglés y ellos interactuaron con ella de la misma manera (obviamente cada uno dentro de sus posibilidades).
Una vez terminaron con los deberes pasaron a repasar el primer condicional. Para ello Laura utilizó una presentación de Genially que proyectó en la pizarra (un problema que vi es que cuando proyecta cosas se queda prácticamente sin pizarra, ya que solo tienen una, y a mi me resulta poco práctico a la hora de usar ambos recursos de forma simultánea. No obstante, esto no es un problema de Laura sino de los recursos con los que se encuentra ella en su aula, aunque parece estar acostumbrada y no le supone un problema). Fueron repasando las reglas del condicional entre todos con ejemplos, favoreciendo siempre la participación de los alumnos.
Finalmente entre todos realizaron un quiz de la plataforma educaplay para practicar la estructura.
Al acabar, aunque todavía quedaba la mitad de la clase, Laura me informó de que ella ya había terminado porque el tiempo restante era para Reilly, el auxiliar de conversación con el que cuentan este curso.
Laura me explicó que, para que el mayor número de grupos puedan beneficiarse de la figura del auxiliar, lo que han hecho ha sido elaborar un horario en el que asiste a dos clases distintas en el periodo de una hora normal; es decir, está unos 25 minutos en cada clase. Lo cierto es que en mi instituto no lo hacemos así, y dependiendo de cómo resulte el auxiliar cada año, puede ser una forma muy buena de poder beneficiar a cuantos más alumnos mejor.
Los chicos se pusieron muy contentos cuando vieron que tocaba la segunda parte de la sesión con Reilly. Es un chico muy carismático que se ha sabido ganar el cariño de los alumnos. Además, juega con la baza de que el auxiliar está ahí para ayudarles a mejorar pero sin evaluar ni mandar deberes, y eso siempre es un punto a su favor. Tras los saludos iniciales y rutinas sobre el fin de semana, Reilly proyectó una presentación sobre los viajes y estuvieron hablando sobre el tema mostrando distintas imágenes y situaciones. Me gustó mucho como Reilly llevó la clase e involucró a los alumnos, no porque hiciera algo extraordinario que no hubiera visto antes, sino por la forma en la que se dirigía a ellos, les iba dando pautas, correcciones, etc. En nuestro caso, no hemos tenido mucha suerte con nuestra auxiliar este curso, y puede ser que eso hiciera que me llamase mucho más la atención para bien la clase de Reilly.
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